Existen dos tipos de ACVs: el accidente vascular isquémico y el accidente vascular hemorrágico. A continuación explicamos cómo ocurren.
La obstrucción de arterias impide la circulación de oxigeno en el cerebro, provocando un accidente vascular isquémico.
Normalmente este tipo de derrames ocurre en personas con más edad y está asociado a otros problemas de salud, como colesterol, diabetes, hipertensión y tabaquismo.
Los accidentes vasculares hemorrágicos, otro tipo de derrame, acontecen debido a las roturas de los vasos sanguíneos provocadas por traumatismos, coagulaciones o presión arterial alta.
Debido al hecho de que cualquier persona, joven o de mayor edad, puede sufrir un AVC, creemos importante ayudar a reconocer anticipadamente todas las señales posibles relacionadas con este problema. Estas señales pueden aparecer ¡hasta un mes antes del derrame!
Señales que anteceden a un ACV:
Dolor e incomodidad general
Pies y manos hinchados
Problemas al hablar y para entender a los demás
Debilidad y parálisis en un lado del cuerpo
Dolor de cabeza
Hipo acompañado por estos síntomas
Problemas respiratorios
Pérdida de visión
Adormecimiento de las extremidades
Factores que puede provocar un ACV
Genética
Obesidad
Hipertensión
Exceso de alcohol
Exceso de colesterol
Tabaquismo
Consumo de drogas
Variaciones en el sistema vascular
Cómo prevenir un AVC:
Controlar el colesterol
Practicar ejercicios físicos
Evitar consumo de azúcar
Dejar de fumar
Evitar la sal
Ejercitar el cerebro a través de la lectura y al aprendizaje
Evitar el consumo de grasas
Controlar la presión arterial
Perder peso
Tener una buena alimentación
Evitar el exceso de alcohol
Controlar el estrés
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