Beber jugo de tomate sin sal ayuda a reducir el colesterol malo (LDL), a disminuir la presión arterial y con ello a reducir considerablemente el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares,
El grupo estuvo conformado por 184 pacientes hombres y 297 pacientes mujeres de entre 20 y 74 años de edad. Tras el año de estudio, se encontró que la presión arterial en 94 pacientes disminuyó: la presión sistólica bajó de 141.2 a 137 mmHg, mientras que la diastólica a bajó de un promedio de 83.3 a 80.9 mmHg.
En cuanto a los niveles de colesterol se observó que este disminuyó el 125 pacientes de un promedio de 155.0 a 149.9 mg / dL.
Propiedades del tomate para la salud
- El tomate es rico en vitaminas y minerales, aporta vitamina C, conocido como poderoso antioxidante, además de vitamina A, K, hierro y potasio.
- Protege la vista contra enfermedades degenerativas y ceguera nocturna.
- Mejora la circulación sanguínea, contiene hierro y vitamina K y protege contra los infartos.
- Ayuda a evitar el estreñimiento, debido a que contiene gran cantidad de fibra que mejora el tránsito intestinal.
A pesar de las propiedades del tomate, muchas personas no toleran sus componentes por lo que se debe tener cuidado al consumirlo.
Preparar jugo de tomate
- Una rama de apio
- Cuatro tomates frescos, maduros y grandes
- Dos ramas de perejil fresco
- Albahaca o hierbabuena al gusto
- Aceite de oliva
Método a seguir
Pon a hervir los tomates en un recipiente con agua suficiente y retíralos del fuego cuando estos comiencen a separarse de la piel. Al retirarlos del agua hirviendo, pásalos inmediatamente a otro recipiente con agua fría, luego retira la piel que debería salir sin esfuerzo.
Corta los trozos de apio y el perejil.
Coloca el tomate y todos los ingredientes en el vaso de la licuadora y licua hasta que tengas una mezcla homogénea. Añade un poco de aceite de oliva al gusto. Si deseas puedes colar para una textura más suave.
Bebe esta mezcla diariamente cuando esté fresco (recién hecho).
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