Con el paso del tiempo, han ido apareciendo numerosas tendencias entre las personas relacionadas con el cuerpo humano, sobre todo esas en las que se compara una parte concreta con un objeto, o si se tiene una determinada anchura o delgadez en alguna otra. Sea como sea, hay que afirmar que es preocupante cómo influyen los estándares de belleza que imponen algunas celebridades en lo que son los ideales de belleza actuales en las mujeres.

Claros ejemplos de estas tendencias súper extrañas fueron la absurda moda de tener los muslos tan delgados que tenían que tener un hueco entre medias y no se podían tocar las rodillas entre ellas al andar, u otro ejemplo en el que había que encoger los dos huesos de la cadera para crear un perturbador espacio entre el bikini y la parte inferior del abdomen. Tendencias que, de un modo u otro, son sumamente extrañas y que no son otra cosa que fruto de una mente poco desarrollada.

Y ahora, en estos últimos días, la tendencia que se está llevando a cabo es subir autorretratos a las redes sociales para mostrar cuántas monedas se pueden colocar en las clavículas de las mujeres. Algo que está provocando una obsesión por un cuerpo verdaderamente enfermo. Sin embargo, no tiene nada que ver con lo que traemos hoy. Hoy traemos la explicación de por qué se debe eso y de cómo influye en ti el tener una clavícula más pronunciada o menos pronunciada, porque, sin duda, revela algo bastante interesante.

A continuación te revelaremos algo sorprendente por el hecho de tener la clavícula marcada con respecto a las personas que no la tienen.

El hecho de tener la clavícula pronunciada con respecto a no tenerla puede decirnos mucho sobre el tipo de persona que es usted. De este modo, los científicos han realizado numerosas investigaciones para determinar qué tipo de influencia tiene sobre la persona que el hueso del cuello sea más o menos prominente, y resulta que la respuesta revela numerosos datos sobre la personalidad de la persona. Ya sabemos que prácticamente cualquier parte del cuerpo puede influir de una manera u otra en cómo somos como personas, y entre todos los rasgos del aspecto físico que pueden influir, no podía faltar la clavícula. No todo iba a ser color de ojos, cabellos, nariz o labios, esto es algo más serio, por lo que será mejor que presten atención a lo que tenemos que decir.

Si eres de las personas que tienen la clavícula poco marcada, suele tratarse de una persona, es decir, eres una persona de diálogo y no suele agredir o someterse a la voluntad de otras personas, sino que le gusta manifestar sus convicciones y defender sus derechos. Lo más importante es que no le gusta que otras personas manden sobre usted. También es posible que cuando era joven pudiera entrar a menudo en conflicto con los demás a causa de su fuerte carácter y voluntad de hierro. No obstante, siempre acaba aprendiendo a cómo arreglárselas con otra gente. Al principio, los demás suelen considerarle como una persona agresiva y arrogante, pero usted sabe que eso no es verdad.

Sin embargo, si eres de las personas que tiene la clavícula pronunciada, ¡puede considerarse afortunada!

Si usted es una persona que tiene la clavícula pronunciada, por lo general se tratará de una persona pasiva, lo cual es bueno, porque sabe mantener la calma en situaciones tensas y no meterse en problemas a la primera de cambio, pero también es una persona tímida, por más que intente demostrar la contrario delante de las demás personas. Al no ser demasiado autoritarios, prefieren seguir órdenes en lugar de darlas, no les gusta estar por encima de los demás. Las persona de clavícula pronunciada también se pueden dejar influenciar por lo demás la mayoría de la veces, lo cual es no es demasiado bueno, porque andan preocupados por lo que piensan los demás y no actúan según su propia voluntad, sino a los mandamientos de otras personas.

Estas personas, en definitiva, deben tener cuidado, ya que las personas externas a ellas pueden utilizarlas para realizar sus objetivos a su antojo sin tener compasión, porque muchas veces, todos esos objetivos puede no ser sanos precisamente.